En EEUU abren cada vez más locales en los que solo sirven bebidas sin alcohol. Es la respuesta al empoderamiento de un consumidor cada vez más preocupado por su salud.

Hay alcohol, pero no lo quieren. Son bares y restaurantes que ofrecen al cliente cócteles y productos artesanales 0% alcohol, sirviéndole el placer de la bebida sin graduación alcohólica, ni aporte de calorías pero con todo el sabor y el color de una bebida con alcohol. ¿Sabíais que estos bares ya existían en el S.XIX? En sus orígenes, estaban orientados a las personas que no bebían alcohol o que se recuperaban del alcoholismo. Pero los nuevos locales libres de alcohol reciben tanto a los sobrios como a los bebedores curiosos.
En Los Angeles Times, cuentan la historia de un tal Marshall, quien se mantiene sobrio desde hace 14 años. Abrió su bar libre de alcohol, después de trabajar como consejero de asociaciones para adictos. Su local atrae a curiosos, y también a quienes por unas circunstancias concretas no pueden o no deben beber alcohol. De hecho, este propietario calcula que el 75% de sus clientes también beben alcohol en otros bares o en sus casas. Cuestión de probar cosas nuevas.

El consumo de cervezas alcohólicas en Estados Unidos, Alemania, Japón y Brasil, ha caído un 5%, mientras que el de las bebidas no alcohólicas ha subido 1% respecto al año pasado. Parece poco, pero no lo es.
Es la señal de que el consumidor que se preocupa por su salud, aumenta. En B&B, tratamos de responder a esa nueva demanda con la línea sin alcohol, a la que hemos llamado CELESTIAL SIN. En el mercado, una IPA Sin, premiada en la Categoría Innova de los Premios Artesania de la Generalitat Valenciana. Pero nuestra brewmaster Cristina Sáez sigue probando. Ahora está trabajando en otras dos cervezas artesanas sin alcohol: una Pastry Stout y una Special Bitter. La idea es presentarnos en el mercado con al menos cuatro referencias sin alcohol.
Las virtudes de una buena cerveza artesana sin alcohol son evidentes: un muy bajo aporte calórico, menos de 0,5º de alc. vol, libres de gluten... Y todo el sabor de una buena birra artesana con alcohol. Porque aquellos que deciden refrescarse con una SIN, tienen el derecho a saborear hasta el último trago... sin una gota de arrepentimiento.